La respuesta emocional de un humano hacia un robot hecho en apariencia y comportamiento muy similar al humano, incrementará positivamente y de forma empática, hasta alcanzar un punto en el que la respuesta emocional se vuelve de repente fuertemente repulsiva. Cuando la apariencia y comportamiento del robot se vuelven indistinguibles al ser humano, la respuesta emocional vuelve a crecer de forma positiva y se va aproximando a niveles de empatía como los que se dan entre humanos.Fuente y más información: Wikipedia, Microsiervos, Kiari.
20.1.11
El Valle inexplicable
20.1.11
Tras la clase de ayer, en la que José María Cañas hizo mención a la mayor aceptación y respuesta por parte de los humanos ante robots con forma y apariencia reconocibles, me vino a la mente el llamado Valle inexplicable. Un principio propuesto por el robotista japones Masahiro Mori en 1970:
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